Llega a las tiendas de juegos el FPS Singularity, una de las grandes sorpresas del año, que llega de la mano de Raven Software, Que reúne muchos de los mejores elementos de otros videojuegos del género y los combina de manera innovadora, haciendo de ésta entrega, un videojuego extremadamente divertido y uno de los sleepers más esperados de 2010.
Comenzamos el juego y rápidamente, se nos narrarán los hechos: En plena Guerra Fría, cuando Estados Unidos, tenía el poder de la bomba atómica, la Unión Soviética, descubre un nuevo elemento el E99,con el cual, podrían cambiar los papeles. Pero mientras se investigan sus aplicaciones, tanto civiles como bélicas, la isla explota, debido a la inestabilidad del E99 y nadie del complejo sobrevive. Nos encontramos en el año 2010 y formaremos parte de un escuadrón de rescate encargado de averiguar qué sucedió en la isla Katorga-12 y por qué razón, esa isla no es detectada por los satélites.
El sistema jugable es bastante simple, siendo prácticamente igual, a la de la mayoría de los juegos éste tipo, incluso, en el manejo del control. A medida que vamos avanzando, podremos obtener poderes, como envejecer objetos o a nuestros enemigos, de éste modo, la partida se irá haciendo pausada e intrigante, con unas secuencias llenas de acción y dinamismo.
Con un sistema llamado DMT, podremos viajar en el tiempo, desde nuestra éspoca actual, hasta el año de los acontecimientos, es decir 1955. Estando en el pasado, podremos restaurar objetos, rejuveneciéndolos, además de descubrir mensajes ocultos en tableros y paredes roídas por el paso del tiempo. A parte de tener éstos poderes, iremos descubriendo en pequeñas dosis, los acontecimientos ocurridos en la isla y sus consecuencias en el presente, esto hará que estemos pegados varias horas al televisor.
En el modo multijugador, podremos elegir a las mismas criaturas que salen en el modo offline, con sus respectivos poderes. Aunque podríamos decir, que éste modo es algo escaso y no llena las expectativas de los fanáticos de los FPS: pocos modos de juego, partidas de escasa adicción y poco jugadores en él.
En su apartado técnico, Singularity, usa el motor Unreal Engine 3, y es uno de los mejores espectáculos visuales de Xbox 360, no tiene las mejores animaciones, ni grandes capacidades técnicas, pero en conjunto, luce estupendo y se mueve con tal fluidez, que da gusto estar sentado frente al televisor. Cuenta con un gran número de escenarios, amplios, vistosos y coloridos y una iluminación que logra buenas sombras y contrastes. Las texturas, por su parte, tienen un toque de realismo encantador, que no desentona en ningún momento.
El apartado sonoro, cumple su cometido y acompaña bien, con melodías que se ajustan al juego, según lo va requiriendo la acción. Del mismo modo, los efectos de audio, de nuestros pasos, los escenarios, voces de los monstruos, armas y explosiones, funcionan a la perfección, creando un gran ambiente de tensión, durante toda la partida.
Singularity es un juego que sorprende, y que los fans de los Shooter, no pueden dejar pasar. Es interesante en su argumento, entretenido en su jugabilidad y agradable en su aspecto. Así que no dejes de comprarlo y jugarlo. Te aseguramos, varias horas de acción y entretenimiento puro.
Comenzamos el juego y rápidamente, se nos narrarán los hechos: En plena Guerra Fría, cuando Estados Unidos, tenía el poder de la bomba atómica, la Unión Soviética, descubre un nuevo elemento el E99,con el cual, podrían cambiar los papeles. Pero mientras se investigan sus aplicaciones, tanto civiles como bélicas, la isla explota, debido a la inestabilidad del E99 y nadie del complejo sobrevive. Nos encontramos en el año 2010 y formaremos parte de un escuadrón de rescate encargado de averiguar qué sucedió en la isla Katorga-12 y por qué razón, esa isla no es detectada por los satélites.
El sistema jugable es bastante simple, siendo prácticamente igual, a la de la mayoría de los juegos éste tipo, incluso, en el manejo del control. A medida que vamos avanzando, podremos obtener poderes, como envejecer objetos o a nuestros enemigos, de éste modo, la partida se irá haciendo pausada e intrigante, con unas secuencias llenas de acción y dinamismo.
Con un sistema llamado DMT, podremos viajar en el tiempo, desde nuestra éspoca actual, hasta el año de los acontecimientos, es decir 1955. Estando en el pasado, podremos restaurar objetos, rejuveneciéndolos, además de descubrir mensajes ocultos en tableros y paredes roídas por el paso del tiempo. A parte de tener éstos poderes, iremos descubriendo en pequeñas dosis, los acontecimientos ocurridos en la isla y sus consecuencias en el presente, esto hará que estemos pegados varias horas al televisor.
En el modo multijugador, podremos elegir a las mismas criaturas que salen en el modo offline, con sus respectivos poderes. Aunque podríamos decir, que éste modo es algo escaso y no llena las expectativas de los fanáticos de los FPS: pocos modos de juego, partidas de escasa adicción y poco jugadores en él.
En su apartado técnico, Singularity, usa el motor Unreal Engine 3, y es uno de los mejores espectáculos visuales de Xbox 360, no tiene las mejores animaciones, ni grandes capacidades técnicas, pero en conjunto, luce estupendo y se mueve con tal fluidez, que da gusto estar sentado frente al televisor. Cuenta con un gran número de escenarios, amplios, vistosos y coloridos y una iluminación que logra buenas sombras y contrastes. Las texturas, por su parte, tienen un toque de realismo encantador, que no desentona en ningún momento.
El apartado sonoro, cumple su cometido y acompaña bien, con melodías que se ajustan al juego, según lo va requiriendo la acción. Del mismo modo, los efectos de audio, de nuestros pasos, los escenarios, voces de los monstruos, armas y explosiones, funcionan a la perfección, creando un gran ambiente de tensión, durante toda la partida.
Singularity es un juego que sorprende, y que los fans de los Shooter, no pueden dejar pasar. Es interesante en su argumento, entretenido en su jugabilidad y agradable en su aspecto. Así que no dejes de comprarlo y jugarlo. Te aseguramos, varias horas de acción y entretenimiento puro.